– No puedo creerlo…Creía que… ¡No vomites sobre la cama!

– ¿Cómo puedes soportar ver algo así?

– Yo…Yo tomé esta foto.

– ¿Qué? ¿Qué…qué quieres decir?

– Básicamente, yo tome la foto, yo…

Mierda.

– ¿Estás loco? Dime que es montado, por favor. Todo es falso, ¿Verdad?

– …

Realmente fue…un accidente, no fue nuestra intención.

– ¿Cómo que no fue su intención? ¿Cómo pasan estas cosas, si no fue su intención?

– Lo que paso, es que… ¿Te acuerdas de “Elliot”? nuestro perro; bueno, pues resulta que empezó a ladrar mucho, es más, no se callaba por nada; entonces salimos al patio para ver que era lo que estaba pasando y nos dimos cuenta que había un gato muy asustado en la ventana; claramente ¡A nosotros no nos gustan los gatos!, únicamente tenemos perros, ¡Ciertamente no sabemos cómo tratar a los gatos!

– ¿Y eso que tiene que ver?

– Bueno, para callar a “Elliot”, le aventé una cubeta de agua al gato para que se fuera, pero el gato se metió a la casa y termino debajo de la camioneta, arriba de la llanta delantera, y el perro seguía ladrando sin parar, acorralándolo.

– ¿Y?

– Bueno, como no queríamos que el perro siguiera ladrando y queríamos que el gato se fuera…

– ¿Y?

– Prendimos la camioneta, empezó acelerar sin moverse; sin embargo, el gato no salía por más que se apretaba el acelerador; y entonces…bueno…empezó a avanzar el auto muy despacio y el gato no se movía, el perro no dejaba de ladrar y en un movimiento… pues la llanta giro completamente y en resumidas cuentas, aplasto la cabeza del gato…solo oímos un crujir…

– ¿Aplastaron al gato? ¿Esto es un gato?

– Bueno, era un gato…el punto es que asumimos que el gato estaba tan espantado que no se movía, aunque sintiera el movimiento de la llanta, simplemente se paralizó.

– ¿Pero tanta sangre?… ¿Por qué tomaste la fotografía?

– Por eso, porque había mucha sangre en el patio y no queríamos meternos en problemas con la policía; mira que tener un patio lleno de sangre, puede causar muchos contratiempos con los vecinos chismosos…parecía, una escena un poco…no sé…dantesca.

– ¿Qué hicieron?

Ciertamente, limpiar toda la sangre del patio y de las llantas de la camioneta, eso nos llevó mucho tiempo y después claro, deshacernos del cuerpo.

– ¡Son unos asesinos!

-No exageres, fue un accidente.

– Lo que no entiendo es ¿Por qué conservar la foto? Si ya limpiaron el patio, no tendrían porque tener problemas con la policía.

Lo que pasa es que, cuando estábamos limpiando el patio, abrimos el garaje para que el agua con la que se estaba tallando el patio, se fuera lo más rápido posible y… en ese momento iba pasando la patrulla, afortunadamente como ya estaba atardeciendo y no estaban poniendo mucha atención, pues se siguieron de largo.

– ¡No entiendo!

– Sí, no has visto bien la foto, mira en la esquina.

– ¡La patrulla!

– Si

– ¿Pero cómo?

– ¿Suerte?

– ¡Esto no tiene sentido!

– Claro que no tiene sentido, pero fue lo que paso.

– ¡México, nunca te acabes!

– Seguro, menos con sus policías fumando mota dentro de su patrulla.

Nérida Rodríguez Mejía