Sí, estoy loca.

Es muy fácil escribir esta frase, sin embargo, encierra un problema mucho más severo; la falta de empatía hacia las persona que padecemos algún trastorno mental. Estas enfermedades van desde una minúscula ansiedad hasta crisis psicóticas y esquizofrénicas.

En el año de 2017, me fue diagnosticado el trastorno de ansiedad con crisis ansioso-depresivas; las cuales con terapia y ejercicio a través de la natación he logrado contener; más no controlar y mucho menos curar o desaparecer.

La forma en como el miedo se apodera de mi cuerpo es indescriptible; simplemente empiezo sudar en las manos; no siento aire en mi cuerpo; todo me da vueltas y la sensación de qué, me está dado un ataque cardíaco es enorme. (No sé que es lo que siente cuando te da un ataque cardíaco y espero nunca saberlo). Es tanto el miedo qué, en ese mismo instante me tomo la presión y al darme cuenta qué, la tengo normal, de la nada, los síntomas desaparecen.

¡Estás loca! Es la afirmación que recibo casi siempre, cuando presento este tipo de cuadro; ha sido muy difícil lidiar con mi entorno y, con el trastorno al mismo tiempo. A mi familia le ha costado mucho trabajo entender qué, a veces la percepción que tengo sobre el ambiente que me rodea es diferente y qué, si por alguna razón digo:

«No quiero ver un vídeo»

«No quiero ver o leer algo en particular»

Es por salud mental, no porqué sea mamona, simplemente, no quiero estar expuesta a algo qué, se me va a producir una crisis de ansiedad.

A veces me ocultan las cosas, pero luego no les funciona muy bien, porqué terminó enterándome y enojándome por ocultármelo. También la forma en como me quieren explicar las cosas, es a veces muy molesto. Cómo si mi cerebro no tuviera la capacidad de procesar las cosas; si la tiene sólo que lo procesa diferente y a otro ritmo.

En mi trabajo todo es más sencillo, simplemente no saben de mi padecimiento y solo paso por mamila y ya. Hay muchas, así que una más no afecta. ¿Es lo correcto? No lo sé, pero es lo qué, me funciona para navegar en el ámbito laborar y, no tener problemas por ser la loca de la oficina.

Por supuesto que he mejorado bastante, ya casi no tengo crisis y, he empezado a identificar cuando una crisis se quiere presentar; simplemente dejo que fluya sin mencionar qué, no le presto tanta atención. Me han ayudado algunas cosas muy simples:

– Cerré mi cuenta de Facebook.

No le avise a nadie, simplemente la cerré y para mi buena suerte la cerré antes del temblor de septiembre de 2017. Porque tome esta decisión. Simple, la gente no tiene ningún respecto por el NO.

¡Por favor NO me mandes vídeos!, ¡NO me gustan los audios! ¡No me mandes artículos que crees son importantes!, es un ruego suplicante que nadie escucha y mucho menos respeta.

¡Pero este vídeo si te va a gustar! Es el comentario que siempre utilizan. ¡NO! Es siempre la respuesta junto con la siguiente frase o pensamiento ¡Estás loca!

Respetar un No, es lo más difícil que nuestra sociedad tiene que lidiar.

  • No Estacionarse
  • No fumar.
  • No tirar basura.
  • No mandar vídeos a persona que te lo ha pedido exhaustivamente.
  • No mandar audios de whastapp que no te han solicitado.
  • Y por favor de ¡No molestar!

Y así sucesivamente…

Al cerrar mi cuenta de Facebook, me liberé de un sin número de vídeos e información basura qué, me hubieran causado un colapso nervioso; sin embargo, sigo lidiando con Twitter. Esta cuenta no la cierro porque es un poco más manejable para mí y no me quedo aislada del mundo. Porque convertirme en una isla tampoco es la solución.

De lo que no me puedo librar es de los grupos de WhastApp qué, por necesidad se tienen que usar, más sin embargo, son en la mayoría una verdadera molestia y muchas veces valoro más, un correo electrónico qué, un mensaje de WhastApp.

Ahora con la cuarentena por la propagación del Covid 19, ha sido una verdadera lucha contra mi trastorno; más bien, mí trastorno luchando contra la cantidad de información qué, día a día se expone en todos los medios.

Mi primer obstáculo fue que cerraron la alberca y no puedo ir a nadar; por lo que mi principal relajante esta fuera de mi alcance. La televisión es otro relajante para mí, pero no quiero estar sentada todo el día viendo películas; siento qué, no es algo productivo así qué, en mi primer día de cuarentena obligatoria, escribo esta líneas para pedir ayuda.

No presionen a las personas, si alguien les pide de la manera más atenta que NO le manden algún tipo de información, ¡por favor!

Y si estoy loca, sólo déjenme tranquila.

Nérida Rodríguez

Si te gusta, ¡Comparte!

Autor

romn772k@hotmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

El Jeremías

marzo 31, 2020

Pacificar México

abril 1, 2020